El gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias) es una especie de pez cartilaginoso lamniforme de la familia Lamnidae que se encuentra en las aguas cálidas y templadas de casi todos los océanos. Esta especie es la única que sobrevive en la actualidad del género Carcharodon.
Los tiburones blancos se caracterizan por su cuerpo fusiforme y gran
robustez, en contraste con las formas aplastadas que suelen lucir otros
tiburones. El morro es cónico, corto y grueso. La boca, muy grande y
redondeada, tiene forma de arco. Permanece siempre entreabierta, dejando
ver al menos una hilera de dientes de la quijada superior y una o dos
de la inferior, mientras el agua penetra en ella y sale continuamente
por las branquias. Si este flujo se detuviese, el tiburón se ahogaría
por carecer de opérculos para regular el paso correcto del agua, y se hundiría en la misma, ya que al no poseer tampoco vejiga natatoria se ve condenado a estar en continuo movimiento para evitarlo.
Durante el ataque, las fauces se abren hasta tal punto que la forma
de la cabeza se deforma pues la mandíbula se desprende de su cabeza, y
se cierran luego con una fuerza 300 veces superior a la de una mandíbula
humana.
Los dientes son grandes, aserrados, de forma triangular y muy anchos. Al contrario que otros tiburones, no poseen diastema
ni reducción de diente alguno, sino que tienen toda la quijada provista
de dientes alineados e igualmente capaces de aferrar, cortar y
desgarrar. Detrás de las dos hileras de dientes principales, los
tiburones blancos tienen dos o tres más en continuo crecimiento que
suplen la frecuente caída de dientes con otros nuevos y se van
reemplazando por nuevas hileras a lo largo de los años. La base del
diente carece de raíz y se encuentra bifurcada, dándole una apariencia
inconfundible en forma de punta de flecha.
Brutal foto!
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